domingo, 23 de mayo de 2010

EL EXTRAÑO VICENTE LABRA

(La imagen no tiene relación con la historia, sólo la subí porque me da risa aquella mujer ebria desconocida, de lo cual no sé las razones de por qué nos tomamos la foto)

Había una vez un joven precoz llamado Vicente Labra, el cual concurre diariamente a un sex shop en busca de versos al cuerpo humano y al auto placer. El adolescente que atrae la atención de las mujeres por su inteligencia y frondosa barba fue sorprendido tocando las nalgas de una señora de más de 100 años en el metro. Lo que nunca nadie pensó fue que hayan terminado en un motel jugando cartas adentro de un jacuzzi, sin preservativos.

Jorge el Danz, docente de la escuela de Ballet “Nelson Mauri”, fue uno de referentes que tuvo Vicente en su juventud. El Danz, un pokemón con cachos y cola eléctrica sale todos los días a la comerse minas a la blondie. Fue allí donde encontró a Mendez, una serpiente homosexual con estudios en Inglaterra. La experiencia de la fría y sebosa culebra motivó a Jorge a terminar la básica en el colegio de Virginia Reginato. Después de esto, asumió como director de la ONEMI.

Vicente Labra es escrito y sociólogo. Le gusta ver teatro y películas eróticas con canciones de Mozart de fondo, pero debido a su estitiquez no alcanza el clímax.

No usa ropa interior porque lo considera una conducta alienada y defeca en un pozo escéptico como forma de abono y cultivo de ratas mutantes. En su rancho planta melones, y los exporta a Hamburgo. Se corta las uñas con sus maxilares y las escupe al suelo. Se saca los mocos, y los guarda en un diskette para mostrárselos a su familia que vacaciona en Agharta.

Vicente vive en Lo Barnechea junto a su canario. El canario es cachetón y se llama Ramón, a quien le gusta redactar y leer a Liniers. Dentro de sus libros favoritos está el manual de Windows, y el cómo instalar una impresora Epson.

Vicente también es poeta, y con su lírica deleita la vida de los “patos” que nadan en su oreja. A Vicente le gusta la ópera, pero escucha cumbia villera mientras estudia. Toca la flauta dulce todas las mañanas, mientras se ducha. Vicente teme por el apocalipsis y los agujeros gusanos.

Una vez le dijo “Sacó de huéas” al Curicano Ponce. Ponce le respondió moviendo de manera amenazante la pelvis y le gritó canalla.

Vicente es un tipo bueno, sólo hay que comprenderlo.

1 comentario:

Paz dijo...

JAjaja, por Dios, qué amable de tu parte crear una nueva imagen de Vicente. De verdad, qué lindo.
Me siento emocionada, desde la hipocresía de tu corazón quieres mejorar las cosas..en realidad no sé si las empeoras o no, pero ya el sólo intento te hace ser, ejem..."menos hipócrita"

Te quiero hermano, y sí, tb te extraño mucho mucho mucho, pero no quisiera que eso se pase cuando nos veamos!
Abrazo!

PD: El canario sabe ene!