sábado, 1 de septiembre de 2012

Los "Me gusta" de Facebook.

(Cuando era sparring de Bielsa)

Estoy seguro que lo primero que haces cuando ingresas a Internet es abrir Facebook y tu mail. Como nadie te envía correos, tu estadía en este sitio es más nimia que la erección de una abeja. Te vas al Facebook y puedes estar horas y horas vagando como el negro piñera, matando el tiempo revisando las notificaciones, además de copuchar las peripecias de tus amigos o investigando en nivel primer plano en qué andan los o las chipamoglis que cupido clavó en tu corazón.  

Debido al amarillo crepúsculo que consumes a diario, tu cerebro impide todo instinto de cuestionamiento y litigio ante tu actuar en esta red social. Como estás en un estado de semidrogadicción y de letargo crónico, lo único a lo que atinas es a colocar “me gusta” porque las neuronas no logran hilar una escritura coherente. Y si lo haces, escribes con faltas de ortografía y tus contactos con más educación se burlan de ti.

En un análisis sociológico de este atributo de Facebook y, basándome en textos de Habermas, Wittgenstein y Paulo Freire, esbozaré algunas referencias y explicaciones del por qué los cibernaut@s utilizan el “me gusta”. Si es concordante, lo postularé a un proyecto Fondecyt.

Tipología Like:

1) La reciprocidad: Cuando ves una publicación interesante de un contacto que nunca le comentas (y que olvidas de su existencia), te llama la atención, y paf, colocas “me gusta”. A la otra persona le intrigará el por qué le pusiste “me gusta” ya que tienen ningún tipo de comunicación. Entonces lo que hará esta persona será devolver el “me gusta” en la próxima publicación. Es como una regla inconsciente que el exceso de alimentos muertos nos aleja de esta verdad de Perogrullo.

2) El joteo: Es cuando la persona quiere mostrar signos de vida ante un contacto que le atrae sentimentalmente. A veces es muy evidente darse cuenta de eso. Lo claro es que esas dos personas no chatean, ni se conocen mucho, pero uno de los 2 toma la iniciativa y, con vergüenza, se atreve a colocar “me gusta”. Desiste en escribirle en una publicación o en el muro porque es muy directo y puede que la otra persona se espante, o haga un comentario tonto. El like es más sutil, tenue y prolijo.

3) Cuando algo da risa: Esta like es como un cortito de Martín Vargas: rápido y preciso. Es más veloz que un lanza de Estación Central. Normalmente va acompañado de un “jajaj” o un “Xd” en la publicación. A veces sale una risa sonora del alma y tu madre piensa: “¿Qué onda este loco?”

4) El político: Cuando llegas después de una marcha o un acto social, enciendes la senectud de pc con disquetera, y ves que un “amigo” escribió un párrafo de 10 líneas que representa fielmente lo que viviste y lo que quieres manifestar. Te ahorras tu interior revolucionario con el “like”.

5) Sensible a lo animal: Cuando una imagen te impacta y te emociona. Estupefacto apoyas con un like.

6) El peleador tímido: Es cuando lees una discusión de facebukianos y tienes el deseo incontrolable de apoyar una postura.  Sin embargo como no sabes redactar o tienes miedo del bullying cibernético masivo, te dedicas a sólo colocar “likes” de las opiniones que defiendes. Tu enemigo verá que, por medio de tus “likes”, también lo estás atacando y este doblegará su rabia.

7) L@s calientes: Le colocas like a la foto de alguien que te erotice. Es subjetivo y es complicado de determinar.  

8) El complaciente: Cuando publicas algo (comentario, video, foto) y generas una reacción totalmente contraria en tus lectores. El cibernauta te comenta y tú para no caer mal, le pones “me gusta”.


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1) Sólo like: Primera vez que entras, y te gustó la ideología del blog.
2) Sólo comentario: Te gustó el análisis, seguirás leyendo este blog, y donarás 10$ al mes para el financiar mis escritos.
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4) Nada: Eres un seguidor pasivo.