domingo, 22 de julio de 2012

Poema a la Ornella



Querida Ornella
Sé que no eres lela
Por eso te escribo
Mientras me mira esa marioneta

Estos son versos páridos
Que germinan de lo compungido
Escritos en un motel con Fox Sport Premiun
Para decirte que Hello Kity: Pedía el cambio

Te topaste con Pío y te habló de la inconsciencia
¿Qué será esto de la ciencia?- Preguntaste
Mujer, párate. Toma tus perchas y ve a Happyland
Para que no imites a Allamand.

Quién más que tú que trabaja en año nuevo
Sabe que AC DC no es un partido político
Si no: Es más que un huevo revuelto
Y el café de platón

Tu silueta…se va volando
Porque eres flaca, y escuchas a Leandro.
Seguro: Ya estas pololeando
Y ahora, te encuentras meando

miércoles, 18 de julio de 2012

La Peluquería

(Cantando el himno nacional en mi debut)


He tenido la suerte y la fortuna que hace 6 años me he cortado el cabello en mi casa. Una peluquera amiga, certificada en una universidad con fines de lucro, pituteaba los fines de semana cortándonos las chascas a este a familia maipucina. Luego de un tiempo, ella se aburrió. Incluso, cada vez que venía nos subía maliciosamente el precio en $500 pesos. Me caía bien la niña, educada, buena presencia y “hablamiento”. Ah, y aprovechando esta instancia, quiero aclarar algo: No soy necrófilo.

Después de un tiempo, tras estar clínicamente muerto y refugiado en la morgue del hospital Gabriel González Videla, otra amiga peluquera vino pa’ acá. Era una señora de 50 años; muy “dije” y amorosa. La primera vez que vino, le dije: “Quiero que me corte el pelo como Diego Gabriel Rivarola Popon”. Le mostré una foto y me dejó igualito (#wena).

Esta señora es testigo de Jehová y cuando me cortaba el pelo predicaba y trataba de que me suscribiera a su religión. Es más, le regalaba revistas a mi padre y quería venir con sus amigos a hablar con nosotros del jehovanismo. Yo la escuchaba y ponía caritas de niño bueno, hasta que habló en contra del movimiento estudiantil. Le contra argumenté 1 vez y “paf”, sentí un apretón en mi cuero cabelludo. Nunca más le contradije algo. Mi salud y pelo ante todo.

La señora comenzó a cometer actos de indisciplina como el Pitbull. Emitió mentiras como que no podía venir porque tenía olor a ajo o que le dolía el cuello (¿uterino?). Finalmente, decidí dejar la comodidad y salir a buscar una peluquería al mundo capitalista. 

Tras escapar del Peral y entrevistar a un marinero prostituto, encontré en Huérfanos 314 la peluquería: “La venganza”. Después entendí el nombre. Llegué a las 10 de la mañana al caracol, pero me pareció demasiado turbio el ambiente. Había un sexshop, carabineros rondando y presuntos narcotraficantes. Me fui a dar una vuelta y volví a las 12. Ahora, estaba más decoroso el aire. Los verdes y los delincuentes ya no estaban. Pero así y todo caminé con recelo.

Ingresé a la peluquería más colorienta y me atendió una colombiana.  Tenía una cumbia villera como música de fondo y me miró con ojos de bailar. Yo le miré el cuello. Tenía un tatuaje. Antes de sentarme en la silla del amor, sintonizó otra señal de radio y recordé- imaginé- a la Melania bailando Rakata, rakata (8). Lo gracioso es que me cortaba el pelo al ritmo de Daddy Yankee, Don Omar, Wisin y Yandel y todas esas pescadas.

Me sucedió lo mismo que me pasa siempre, y quizás a ustedes: Me dan ataques de risa porque me acuerdo de algo y la peluquera piensa que me mofo de ella. O que me pica la nariz y me da miedo rascarme porque la puedo desconcentrar.

Finalmente, quedé igual o peor. Ahora bien, yo le propongo a Dios, desde esta humilde casa en el árbol, que deberíamos ser como los Simpsons, siempre iguales: que no nos crezca el cabello, tener la misma ropa todos los días y reírnos más.  

miércoles, 4 de julio de 2012

Amigos, tengo un problema: Afeitarme.


(En el transantiago con unos amigos)

Tengo 22 años y recién me está saliendo vello en el rostro. A diferencia de otros hombres- o mujeres- tengo un desarrollo tardío, tanto en lo hormonal como en lo sexual (no, mentira). La situación es que ya me está molestando mucho afeitarme. El Cris o el Carlos se afeitan cada dos días. Yo me afeito cada 10 días, y ya me latea. Antes, como hace 1 año, me afeitaba cada 3 semanas y me salía un vello de 1 mm. Ahora no. Lo peor es que algunos infames vellos cambiaron de color, tengo algunos de color rojo. ¿QUÉ ONDA? ¿DESPUÉS SERÁN CANAS?

A lo mejor son las ondas cuáticas marcianas o es la alineación de los planetas que están causando estos cambios en mí. No sé. Pero lo que sí sé es que estoy en pleno proceso de pubertad, como Angelo Henríquez. Bueno, eso me lo dijo la Ornella. Todavía me salen espinillas y extraños granos con alevosía en mi piel. Sin embargo, lo más nefasto es tener que afeitarse con espinillas. Es una sensación desagradable y dolorosa. No se la doy a nadie. Es como la menstruación en las mujeres o algo así porque sangro por mi cara.

Mi intención no es perturbarlo ni importunarlos, sino dar un breve testimonio científico biológico de las etapas del desarrollo humano.

Últimamente varias mujeres me han contando sus traumas de depilación. Una amiga contó sin tapujos que se depila todo: Desde el sobaco, las piernas y la barba hasta la vagina. Que es doloroso, pero que se siente libre y limpia. Otra amiga está en un tratamiento de depilación con láser en el rostro, pero aún no se atreve a bajar de la cintura. El vello en la mujer es un tema social. Las mujeres culpan a la primera hembra que se depiló y… ¿si esta nunca hubiera existido? ¿Sería “normal” la barbudes femenina?

Una vez conocí a una chica española de España que no se depilaba. Una vez fue con falda y los vellos eran impresionantes. Me caía bien y se podía conversar con ella, pero sólo por chat. La gente la pelaba mucho porque olía mal. Y sí, no olía como los chilenos, tenía un olor distinto. No obstante, si uno de nosotros fuera a España nos discriminarían por lo mismo. No es que el olor sea malo, sino que es diferente, o es muy tonto lo que estoy diciendo?

En conclusión, y volviendo a mi tema, espero sufrir menos con este flagelo…o por lo menos que no me salgan espinillas.

Tengo Twitter: @AlejandroViovy