miércoles, 16 de abril de 2014

Análisis metafísico de la acción

(Imagen de 6 años atrás. ¿Les cuento un secreto? Fred es Gac)

Gac plantea que la dialéctica de la historia es una lucha permanente e ineludible entre los “buenos” y los “conchadesumadres”. Premisa que tiene gran asidero en los tiempos modernos, y que analizándolo ontológicamente se acerca a lo que se preguntaba Kant: ¿Qué es el hombre? Lo que dice Gac anula el concepto de clase de Marx, y va más allá de un asunto material y de “cosificación”, ya que predispone una disputa simbólica y concreta del espacio público entre la naturaleza prima del bien y del mal. 

Adorno se aproxima a lo que dice el filósofo de La Cisterna, pues su visión de la historia es un camino tangencial en la cornisa de la desgracia. De acuerdo al frankfurtiano, en cada época, en cada momento estamos “al borde de la catástrofe”. Desastre y calamidad que se incrementa a pasos de gigante como diría el vocalista de Bacilos, pero que puede ser detenido por algo que nos enseñó Kant, que es la “buena voluntad”, en donde toda acción que pretende el progreso, debe estar familiarizada con este concepto, o sino se le negará la máxima de la plenitud. Por ejemplo, si un millonario (o hipster) desea construirle una casa a un porteño se enfrentará a la contradicción recurrente de la existencia: Figuración mediática versus amor y solidaridad, el ego contra la nobleza.

La llave para abrir la puerta hacia los recuerdos de la “buena voluntad” es la razón, pero ojo, sólo es un instrumento, un puente, hacia una vida digna y consecuente en un universo de emociones.

El saber se ha convertido en algo peligroso, delicado y mundano cuando se desprende de la “buena voluntad”. Los llamados “intelectuales” de esta época están encerrados en sus universidades, en guettos donde todos se conocen, alejándose del ciudadano común al que ven sólo como parte de su experimento. O simplemente, no tienen tiempo porque les exigen parámetros definidos de investigación.  

Si estos “intelectuales” no sólo hicieran sus estudios para que se los lean otros “intelectuales” podríamos hacer algo mejor e intentar demoler las estructuras del general. En este sentido, Ortega y Gasset examina la idea del “bárbaro moderno” que se asemejaría a un tipo de “conchadesumadre” de Gac. “El bárbaro moderno” sabe mucho de un área del conocimiento, es como un gran pozo sin fondo, pero sólo un pozo, y no es una piscina olímpica. Como sabe mucho de un tema, cree saberlo todo y opina de todo y, por lo tanto, sesga el conocimiento, desinforma y confunde.

La vida, de alguna manera, es un conflicto entre el ying y el yang, entre Stone Cold y triple H. Pero esta disputa, a mi parecer, se da en el ámbito de lo nuevo contra lo viejo, de la rebeldía de corazón tranquilo de una generación que emerge desde un amor inconmensurable y que quiere cambiarlo todo.
  
“Aquí está surgiendo algo insólito y es que las nuevas generaciones se autoafirman y no se consideran ya simples fuerzas mecánicas movidas por una abstracta necesidad histórica" Silo

1 comentario:

Ignacio Gac dijo...

jaja está muy bueno! te ha hecho bien el magister