Un grito silencioso desde el baño del Centro de
Entrenamiento Olímpico estremecieron los valores del deporte mundial. Se
escuchó 3 veces un leve susurro: “Conchesumadre, conchesumadre, conchesumadre”.
Estas palabras fueron acompañadas con un golpe de puño contra la pared,
mientras que su otra mano se preparaba para ordenar el proceso fisiológico de
orinar.
Al volver a prensa, Internet dejó de funcionar. Con sus dos manos, y sin lavárselas, tomó su cabeza, miró el techo y le pidió explicaciones a los dioses del olimpo: “¡Cómo mierda estudié esta carrera culiá!”.
Al poco tiempo este hombre se convirtió en decano de la Facultad de Informática de Apaplac y consiguió reconocimiento internacional por ser una de las promesas en esta área. Hoy en día trabaja en Silicon Valley.
Al volver a prensa, Internet dejó de funcionar. Con sus dos manos, y sin lavárselas, tomó su cabeza, miró el techo y le pidió explicaciones a los dioses del olimpo: “¡Cómo mierda estudié esta carrera culiá!”.
Al poco tiempo este hombre se convirtió en decano de la Facultad de Informática de Apaplac y consiguió reconocimiento internacional por ser una de las promesas en esta área. Hoy en día trabaja en Silicon Valley.
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