(Trabajando)
Como la
muerte anda en silencio y camina sin tocarnos, hace tiempo ando con la
necesidad de transmitirles el cómo quiero que sea mi funeral. Si estás leyendo
esto es porque eres una persona especial y lo más probable es que vayas a mi
entierro (ui). Bueno, no todos tendrán el privilegio de ir, hay que tener
algunos méritos. Como por ejemplo, que sus vestimentas sean coloridas. Se prohibirá
trajes formales (el terno o traje de dos piezas).
Para mis
amigos de otros países se transmitirá vía streaming. Para la gente que me ha
hecho daño o me traicionó de alguna forma no tendrán derecho a ingresar. Días
antes de mi muerte (lo sabré) le escribiré una lista de nombres a mi familia
del futuro de “personas no gratas”.
La
ceremonia post muerte será el período más importante de mi “no vida” porque
dependerá de los que estén vivos, así que tiene que salir perfecta esta obra de
teatro o sino los vendré a penar mientras se estén lavando los dientes. Ojo,
este momento será cuando cumpla más de 100 años. Mi cerebro (conciencia) se coordinó
con mi corazón (emoción) para que mis expectativas de vida sean de 3 dígitos.
Mi paso
hacia la otra dimensión se realizará en un culto que durará 3 días. El primer
día la acción será en mi casa. Mi cuerpo debe estar en un ataúd de color
violeta junto a un cuadro con mis padres. Durante la mañana se ambientará la
escena con canciones de The Beatles, Silvio Rodríguez y Florcita Motuda junto a
otros temas específicos que los tengo escritos en un Word que serán enviados al
mail de mi hija o hijo del futuro.
Durante
la tarde se transmitirán todos mis documentales –y otros videos- en una
pantalla gigante. Para esto se habilitarán asientos acolchados, grandes y
cómodos. Habrá harta comida, sin animales, en donde abundarán vegetales. Y para
beber; jugo de naranja y agua diamantina. Luego, cuando el sol se vaya escondiendo
tras la cordillera de los andes, mi esposa del futuro leerá mis mejores
poesías, textos y cuentos.
Ya
llegada la noche comienza la fiesta. Con un gozo en el alma (grande) la música
debe evocar momentos alegres de mi vida.
Los que quieran pueden bailar, los que no, no los obligo. Pero es de suma
importancia que en algún momento de la noche hagan la “dinámica grupal”. Es
algo que instauré en fiestas con amigos para facilitar el autoconocimiento y
reflexión social. A veces va a acompañado de música, estilo Karma Police. No
son orgías, ni nada por el estilo. Los que han estado saben de qué se trata.
Ahí quiero que recuerden mis mejores momentos, en lo personal, en lo familiar y
en lo profesional. Está prohibido llorar de pena, sólo de emoción y felicidad.
Ya,
ahora el segundo día. Quiero que venga algún sacerdote católico amigo, un monje
budista, un mapuche y un humanista. Hasta el momento no conozco ningún
sacerdote ni monje budista, pero la vida me hará conocer a la persona adecuada.
Creo. Quiero que hagan un rezo unido y diverso. Tomados de las manos y conectándose
con su interior. Al terminar soltarán una gran carcajada y se darán abrazos
entre ustedes. En este día más espiritual, mis hij@s y esposa del futuro darán
las gracias porque mi espíritu, en su búsqueda por la evolución, está
trascendiendo hacia otros espacios y tiempos.
En la
tarde, a los amigos presentes se les dará un almuerzo vegetariano. Después nos
trasladaremos a un lugar de campo. Aún no está definido. Acá mis amigos
compartirán libremente y se podrán sacar fotos con mi cuerpo y con mi cara de
chancho. Desearía que olvidaran que he muerto y que hablarán temas banales. A
eso de las 5 se pedirá que se vayan todos. Sólo quedará mi familia del futuro.
En la noche se cremará mi cadáver.
Al
tercer día durante la tarde se juntará de nuevo a la gente en un lugar que todavía
se desconoce. Se dará tiempo para que la gente se exprese; las últimas
palabras. Mi esposa junto a mis hijos del futuro lanzarán las cenizas hacia el
universo.
Fin.